Las empresas familiares se caracterizan por tener la propiedad y el control de la sociedad en manos de una familia que busca mantener y hacer perdurar el proyecto empresarial.
En el contexto actual, más del 85% del Producto Interno Bruto de México proviene de este tipo de empresas, lo que coloca al país consistentemente entre los diez principales a nivel mundial en cuanto a presencia de empresas familiares, compitiendo de cerca con naciones como Brasil.
Lamentablemente, se estima que solo entre el 10 y el 15 por ciento de estas empresas logran sobrevivir hasta la tercera generación.
La continuidad de las empresas familiares representa un asunto crítico, dada su importancia en la economía y la sociedad de cualquier país. Se enfrentan a un alto riesgo de desaparición debido a los numerosos desafíos que deben afrontar a lo largo de su trayectoria.
Es fundamental gestionar de manera adecuada aspectos como la incorporación de miembros familiares a la empresa, la distribución de la riqueza generada, la formación de la siguiente generación, las relaciones familiares, la preservación del legado y el mantenimiento del compromiso familiar con el negocio. La sucesión debe ser un proceso planificado y consensuado entre el fundador y la familia, preferiblemente mientras el fundador esté vivo.
En el ámbito del gobierno corporativo de las empresas familiares, se destacan políticas para gestionar conflictos de interés, la distribución de dividendos y utilidades, las contrataciones y la gestión operativa.
Establecer un gobierno institucional adecuado dentro de la empresa implica tomar en cuenta las diversas voces de los socios y consejeros a través de la implementación de políticas y órganos de administración y supervisión.
En Vega, Guerrero y Asociados nos dedicamos a proporcionar a las empresas el gobierno corporativo necesario para garantizar su supervivencia, continuidad y permanencia a lo largo del tiempo, permitiendo que se mantengan vigentes para las diferentes generaciones que se suceden en su evolución.
