La seguridad social busca garantizar la protección y el bienestar de los trabajadores y sus familias y está estrechamente ligada a las relaciones laborales, donde los empleadores de la iniciativa privada tienen la obligación de asegurar a sus trabajadores ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sin embargo, debido al alto nivel de informalidad laboral en el país, el IMSS tiene la obligación de vigilar la protección de los trabajadores en caso de incumplimiento por parte del empleador, por lo que en caso de que un empleador no tenga registrado ante el IMSS a sus trabajadores se les puede atribuir un Capital Constitutivo.
El capital constitutivo es una figura de la seguridad social en México que busca resarcir los costos de las prestaciones otorgadas a los trabajadores en situaciones en las que no han sido registrados, o no se han cubierto los seguros correctamente en el seguro social o cuando su salario declarado es inferior al real. En otras palabras, el capital constitutivo es un mecanismo de aseguramiento y resarcimiento que permite a los trabajadores acceder a las prestaciones que les corresponden, a pesar de la omisión o incumplimiento por parte de su empleador.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley del Seguro Social y la Ley Federal del trabajo, establecen las bases legales para la aplicación del capital constitutivo. Estas leyes enfatizan la responsabilidad directa y subsidiaria de los empleadores en la protección de los trabajadores, tanto en casos de accidentes laborales como de enfermedades profesionales. Además, se establece la obligación de los empleadores de cumplir con las disposiciones que garanticen un trabajo digno y seguro.
El capital constitutivo se calcula con base en las prestaciones en especie y dinero a las que el trabajador tiene derecho, tales como asistencia médica, indemnizaciones, pensiones y gastos de administración, entre otros.
Es crucial que las empresas reconozcan la importancia del capital constitutivo como un aspecto clave de la responsabilidad empresarial y el cumplimiento legal. Asegurarse de que los trabajadores estén debidamente registrados en el seguro social y reciban las prestaciones correspondientes no solo cumple con las obligaciones legales, sino que también fomenta un ambiente laboral más justo, equitativo y seguro.
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