El 26 de enero de 2024 marca un hito con la publicación de la Ley General de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias (en adelante, “Ley General de MASC”), una innovadora herramienta que promete transformar la manera en que se abordan las disputas entre contribuyentes y autoridades fiscales.
Este revolucionario marco legal, vigente desde el día siguiente de su publicación, establece la creación de mecanismos aplicables tanto en la Sede Administrativa como ante el Centro Público de MASC en Justicia Administrativa. ¿Su objetivo? Proporcionar un terreno fértil para el diálogo y la búsqueda de soluciones consensuadas en el ámbito fiscal.
Pero, ¿cómo y cuándo pueden ser invocados estos MASC? Esa es la pregunta que ha estado en boca de todos desde su implementación. La ley ofrece respuestas claras: las partes involucradas pueden solicitar de manera voluntaria la tramitación de los MASC, tanto antes como durante los procedimientos pendientes de resolución. Esta flexibilidad se extiende incluso durante la sustanciación o ejecución de sentencias.
Sin embargo, la autonomía de la voluntad para recurrir a un MASC no es absoluta. Se requiere un análisis de procedencia por parte de la persona facilitadora designada, quien examinará la controversia para determinar su viabilidad para ser tramitada bajo este mecanismo.
Además, es crucial tener en cuenta que existen ciertas circunstancias en las que los MASC no serán admitidos para su trámite, según lo estipula la ley. Por ejemplo, en casos que involucren resoluciones definitivas que impongan sanciones a funcionarios públicos, controversias laborales con la Administración Pública, entre otros escenarios específicos.
A pesar de estas limitaciones, los MASC representan una herramienta poderosa para resolver disputas fiscales de manera eficiente y colaborativa. Su implementación no sólo aligera la carga procesal de los tribunales, sino que también fomenta un clima de confianza y colaboración entre las partes, fortaleciendo así el sistema tributario en su conjunto.
En definitiva, comprender los criterios que determinan la viabilidad de utilizar los MASC en cada situación se vuelve fundamental en el panorama actual. Estamos ante una oportunidad emocionante para impulsar la innovación y la eficiencia en la resolución de conflictos fiscales.
