Con la tecnología y las facilidades de comunicación y alcance al público es alto el nivel de competitividad empresarial en el que nos encontramos a nivel global, y como respuesta a ello, en aras de crecer los negocios, muchas empresas han optado por las fusiones y adquisiciones como medio. No obstante, muchas veces es olvidado que el éxito de este tipo de operaciones no puede reducirse al análisis de números o consideraciones meramente financieras, ya que en gran parte las personas involucradas siempre serán un factor esencial en su manejo y éxito, tanto en las etapas pre-cierre, como una vez concluidas. Las empresas, que no son otra cosa que personas morales, no se fusionan, adquieren o venden por sí mismas, sino que siempre habrá un factor humano detrás, personas con trasfondos, valores, ideas, metas y habilidades distintas.
Inicialmente, en el trasfondo de una negociación, es imposible afirmar que esta se pueda realizar de manera cien por ciento objetiva, ya que los juicios de valor y otros elementos con carga de subjetividad son parte de la naturaleza del ser humano. No obstante, estos criterios subjetivos sí son posibles de ser en gran parte reducidos, creando un entorno de negociación adecuado, con asesores externos que apoyen en guiar y otorgar objetividad, así como con equipos directivos que además de encontrarse alineados, estén dispuestos a ceder puntos para llegar a acuerdos justos, siendo fieles a sus culturas organizacionales.
Aunado a lo anterior, cuando se cierra una operación de M&A, debe considerarse la retención del talento y la estrategia para las relaciones humanas, no solo a nivel directivo, sino con todos los empleados.
La falta de atención respecto a la retención de talento puede no solo puede llevar al bloqueo del crecimiento de una empresa, sino también al retroceso en el mismo, llevando a la pérdida de clientes y proveedores. Considerando lo anterior, resulta esencial realizar un trabajo de identificación de aquellos roles críticos, talentos y personas con amplio know-how en el funcionamiento de la empresa y posterior a ello planear e implementar los planes para su retención.
Finalmente, una base sólida de relaciones es un factor esencial en un ambiente de trabajo positivo y en la generación de confianza y seguridad. El cierre de una operación de M&A también debe considerar el alineamiento de políticas y objetivos, por lo que también resulta vital la capacitación del capital humano, la integración de equipos compatibles y la designación de líderes que apoyen en el crecimiento de la empresa.
