En la normativa fiscal un término que ha cobrado creciente importancia en los últimos años es el de ‘beneficiario controlador’. ¿Cuál es exactamente este actor clave en el ámbito empresarial y por qué es fundamental para el cumplimiento normativo y la transparencia fiscal?
El término «beneficiario controlador» se refiere a una persona que, sin ser necesariamente el accionista mayoritario o tener una participación significativa en una empresa, fideicomiso u otra entidad legal, ejerce control directo o indirecto sobre la misma, obteniendo beneficios derivados de su participación.
Esta figura es de gran importancia para el Servicio de Administración Tributaria (SAT), que exige su identificación como parte de las obligaciones fiscales. En casos donde identificar al beneficiario controlador es difícil, como en el caso de emisoras públicas, se considera como tal a la persona física que ocupe el cargo de Administrador Único o a los miembros del Consejo de Administración, según el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
La obligación de identificar a los beneficiarios controladores está establecida en el artículo 32-B del Código Fiscal de la Federación desde el 1 de enero de 2022, con el propósito de combatir la evasión de impuestos y el lavado de dinero. Esta responsabilidad recae en personas morales u otras entidades legales, excluyendo a las personas físicas.
El IMEF resalta la importancia de que las empresas establezcan procedimientos de control interno para mantener la información de los beneficiarios controladores actualizada, evitando así posibles problemas con el SAT.
La falta de cumplimiento de esta obligación puede resultar en multas considerables, llegando hasta los 2 millones de pesos por cada beneficiario controlador no declarado que forme parte de la entidad legal.
Por lo tanto, es esencial que las empresas estén al tanto de estas obligaciones fiscales y tomen medidas adecuadas para cumplir con ellas. La correcta identificación de los beneficiarios controladores no solo es una exigencia legal, sino también una práctica fundamental para garantizar la integridad y la ética en el entorno empresarial.
Además, el establecimiento de procedimientos internos no solo ayuda a evitar posibles sanciones por incumplimiento, sino que también fortalece la reputación de la empresa.
En un panorama donde la regulación y la supervisión son cada vez más estrictas, la diligencia en materia de cumplimiento fiscal se convierte en un factor clave para el éxito y la sostenibilidad a largo plazo de cualquier organización.
Derivado de lo anterior, el equipo especializado en el área fiscal de Vega, Guerrero & Asociados se encuentra disponible para ofrecer el respaldo y la orientación necesaria a fin de cumplir con estas regulaciones en el ámbito tributario. Estamos comprometidos a brindarle el apoyo necesario para abordar estos cambios y asegurar el cumplimiento normativo de su empresa.
