Por Marco Antonio Tena López
Los contratos de fideicomiso son, esencialmente, contratos donde se transfieren activos bajo la tutela de un fideicomisario para alcanzar objetivos específicos, siendo este último quien tiene la responsabilidad de cumplir dichos objetivos.
Esta configuración involucra a tres partes: el fideicomitente, quien confía sus activos; el fiduciario, quien administra estos activos; y el fideicomisario o beneficiario, quien recibe los beneficios.
Centrándonos en el fideicomiso de administración, este modelo implica asignar ciertos activos y derechos a un fiduciario —que son solo entidades específicamente autorizadas— encargadas de su preservación, gestión y eventual transferencia en nombre de un tercero. Este tipo de fideicomiso está diseñado para la precisión y protección en la gestión de activos.
Al celebrar un contrato de fideicomiso de administración, existen muchas ventajas, incluyendo:
Planificación Patrimonial: Tiene como objetivo transferir de manera fluida tanto activos muebles e inmuebles, recursos y derechos, asegurando que lleguen a los sucesores previstos. Los fideicomisos operan automáticamente al momento de hacer esta transferencia.
Control de Acciones: Los fideicomisos de administración gestionan la transmisión de acciones o participaciones empresariales, asegurando una sucesión ordenada de la propiedad.
Provisión Social: Esto se refiere a la gestión de fondos de pensiones, ahorros y bonificaciones por antigüedad, asegurando necesidades financieras futuras.
Administración de Cuentas: Involucra la gestión directa de un patrimonio, incluidos los derechos para cobrar rentas o gestionar propiedades arrendadas por medio de una cascada de pagos que automáticamente asigna los fondos conforme los fondos entren a las cuentas.
Los fideicomisos de administración ofrecen beneficios significativos, como la protección de activos contra disputas legales, asegurando un nivel de confidencialidad más alto del que típicamente se ofrece y potencialmente, reduciendo las obligaciones fiscales asociadas con las transferencias de activos.
Este modelo de fideicomiso proporciona un enfoque estructurado para la gestión de activos, enfatizando seguridad, privacidad y eficiencia fiscal.
